Cada individuo es distinto y tiene unas preferencias particulares a la hora de organizar su tiempo. Sin duda, hay ciertos alumnos que sacan más beneficio de estudiar por el día, mientras que otros descubren que es mejor aprender a lo largo de la noche.
Beneficios de estudiar durante el día
Para los madrugadores, el cerebro tiende a estar más activo por la mañana después de una buena noche de sueño y desayuno. Un buen número de los estudiantes considera que las mañanas son el mejor momento para estudiar.
Además, la luz natural disponible también es buena para los ojos y permite mantenerse despierto. Este es un buen momento para abrir los libros de texto y aprender nuevas teorías o simplemente revisar las notas del profesor del día anterior, ya que la mañana suele hacer que los recuerdos se fijen mejor.
Aspectos positivos de estudiar durante el día
Ahora bien, estudiar por el día presenta aspectos positivos que favorecen en cierta medida a quienes toman la decisión de levantarse temprano para aprender temas nuevos y hacer repaso de lecciones con la luz del día. A continuación, los más destacados.
A diferencia de la luz artificial, la luz natural puede ayudar a mantener la concentración. El ritmo circadiano natural entra en vigor. Durante el día generalmente, se está más alerta, lo que significa una mejor retención de la información.
Consejos para estudiar durante el día
Saber que tan beneficioso es estudiar de día no basta, por ello aquí se exponen algunos consejos básicos.
- La sugerencia es hallar un área de trabajo bien sea en el interior o exterior que ofrezca mucha luz natural.
- Eliminar las distracciones, por ejemplo, los ruidos pueden ser bloqueados escuchando música, solo si esto no representa otro agente distractor.
- Otro consejo es desayunar. Un desayuno saludable como aguacates, fresas y alimentos que estimulan el cerebro como los cereales integrales ayudarán a mejorar los niveles de concentración.
Beneficios de estudiar de noche
Estudiar de noche puede ser beneficioso para aquellos que son nocturnos, pues algunos estudiantes, tienden a tener más energía cuando cae la noche. Por consiguiente, la noche es un rato más efectivo para que lean y estudien.
Aprender en este instante además ayuda a mejorar su concentración y creatividad, debido a que hay menos distracciones, y con todos en la cama, de manera definitiva hay tranquilidad y paz.
Además se plantea que reposar luego de aprender consolida la información y optimiza la memoria.
Aspectos positivos de estudiar durante la noche
Entonces, si los estudiantes tienen hábitos de pájaros nocturnos les conviene conocer los aspectos positivos de estudiar durante la noche.
Durante la noche habrá menos distracciones lo que genera un estado de relax, paz y tranquilidad. Otro punto es que no hay actividades laborales ni domésticas que interfieran en el estudio ni en la concentración. Y por lo general, los individuos que acostumbran estudiar de noche suelen sentirse más creativos.
Consejos para estudiar por la noche
Luego de conocer los aspectos positivos de estudiar de noche, es pertinente recibir algunos consejos para estudiar por la noche.
- Mantener el celular en silencio o apagado puede evitar que se convierta en una distracción. Asimismo, es ideal dejar la tv apagada.
- Evitar consumir bebidas energéticas o cualquier cosa con cafeína, ya que pueden tardar hasta cuatro horas en recorrer el cuerpo.
- Es aconsejable crear una rutina que dé suficiente tiempo para dormir bien por la noche. Es decir, fijar rutinas que permitan dormir al menos 7 u 8 horas.
- Usar gafas que protejan la vista, por ejemplo, las de luz azul, cuidando que el espacio de estudio también tenga buena iluminación.
¿Qué dice la ciencia?
Muchos neurocientíficos se enfrentan a un dilema tratando de descifrar cuándo es mejor estudiar de día o de noche. Cada uno inició discusiones basadas en los estudiantes y sus actitudes, a la vez que intentan demostrar que están más distraídos durante el día, más cansados por la noche, más activos durante el día y más dependientes de la iluminación artificial por la noche.
Argumentan que los ojos se cansan. Lo que todas estas cosas tienen en común es que a menudo son muy subjetivas. En este sentido, a continuación se muestran algunos ejemplos de los estudios más representativos.
- En 1914, la psicóloga alemana Rosa Heine descubrió que estudiar material nuevo por la noche antes de acostarse ayudaba a memorizar más que estudiar durante el día.
- El mejor momento para estudiar es entre las 11 a. m. y las 9:30 p. m., según un estudio realizado y publicado en 2017 por la Universidad de Nevada.
- Una buena noche de sueño ayuda a integrar todo lo que se aprende porque el cerebro transfiere y crea memoria a largo plazo lo que aprende durante el sueño, según un estudio de Harvard publicado en la revista Nature Neuroscience. Al día siguiente habrá menos errores de memoria. Cuando la persona está despierta, es más probable que deje que esta información se desvanezca.
- Experimentos realizados por la Universidad de Michigan, publicados en la revista Psychological Science: Demuestra que dar un pequeño paseo por la naturaleza mejora la memoria en un 20%. Esto se debe a la necesidad que tiene el cerebro de descansar y desconectar para consolidar el aprendizaje y reducir el estrés.
- David Ernest, profesor de la Escuela de Medicina de Texas A & M, estudia los ritmos circadianos (el reloj de 24 horas del cuerpo). Ha dicho que el efecto de la privación del sueño sobre la memoria de trabajo es sorprendente. Además, aseveró, «El cerebro pierde eficiencia por cada hora de privación de sueño. Las noches activan la memoria a corto plazo, no a largo plazo como se cree.
Finalmente, las investigaciones científicas hechas y publicadas hasta el momento, no son concluyentes, cada una tiene una versión distinta entre sí. La decisión de estudiar de día o de noche va a depender del gusto del estudiante, de los factores o circunstancias que rodeen su vida. Es decir, que se ajusta a lo que le favorece según sea el caso.